El gobierno de México llevará ante autoridades de Estados Unidos la creciente problemática del huachicol fiscal, especialmente tras recientes decomisos de combustible ilegal en Tamaulipas, cuyo origen se ha identificado como proveniente del vecino país del norte. Según el secretario de Desarrollo Energético, Walter Ángel Jiménez, es necesario establecer una estrategia conjunta para frenar este delito que afecta la seguridad y economía del país.
En lo que ha sido catalogado como el decomiso más grande en la historia del país, a mediados de marzo pasado, el Gabinete de Seguridad aseguró un buque con aceite y un terreno con autos tanque, acumulando 10 millones de litros de combustible ilegal, que provenía de Texas. La Fiscalía General de la República (FGR) está investigando a las agencias aduanales involucradas en el caso.
El secretario Jiménez, quien asumió recientemente el cargo, mencionó que aunque su dependencia no tiene injerencia directa en la seguridad, la situación exige labores de inteligencia y una cooperación estrecha entre las fuerzas de seguridad, como la Guardia Nacional y la Sedena. También señaló que, aunque no es responsabilidad de su oficina, se coordinarán con el sector gasolinero y distribuidores de gas natural para garantizar el cumplimiento de las normas legales de calidad del producto.
Entre los productos involucrados en estos ilícitos se encuentran petrolíferos como Nafta Ligera y Pesada, alcoholes, etanol, entre otros aditivos que adulteran la gasolina. Este tipo de huachicol fiscal representa un problema grave, especialmente en la franja fronteriza, lo que ha llevado a las autoridades mexicanas a exigir un enfoque más riguroso para prevenir su ingreso al país.
Jiménez destacó que, en su paso por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), ya había señalado la magnitud del problema, pero fue hasta asumir el cargo en la Secretaría de Energía cuando se enfocó en tratar el tema con mayor urgencia, haciendo un llamado a la colaboración internacional para erradicar este delito.