El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destacó su intención de investigar y explotar los yacimientos petrolíferos ubicados a unos 500 kilómetros de la desembocadura del Amazonas, si los estudios confirman su viabilidad. En un acto en Macapá, Lula defendió la necesidad de estudiar esos yacimientos, argumentando que el mundo continuará necesitando combustibles fósiles por años. El mandatario señaló que Brasil no puede permitir que países vecinos como Surinam y Guyana aprovechen esos recursos sin que Brasil explore su potencial.
La estatal Petrobras considera que estos nuevos yacimientos tienen un «importante potencial petrolífero» y podrían mejorar la calidad de vida de miles de brasileños, particularmente en el estado de Amapá, que se beneficiaría de regalías en caso de que la explotación sea viable tanto comercial como ambientalmente.
Sin embargo, organizaciones ecologistas se oponen a esta iniciativa, citando preocupaciones sobre el impacto ambiental en una región tan sensible. A pesar de las críticas, Lula afirmó que su gobierno procederá con «responsabilidad» y no permitirá que se prohíban los estudios sobre los recursos en la zona, aunque garantizó que no se actuará de manera precipitada.