América Latina podría incrementar hasta en un 460% su generación de energía solar y eólica para 2030, según The Climate Reality Project América Latina. 2025 será un año crucial para la actualización de los objetivos climáticos nacionales, con México, Brasil y Argentina como países clave en el cumplimiento del Acuerdo de París. Este acuerdo exige que cada cinco años los países presenten sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs), las cuales definirán el rumbo de sus políticas climáticas y su impacto en la reducción de emisiones y adaptación al cambio climático.
El año 2025 se perfila como decisivo para la acción climática global, en un contexto donde América Latina y el Caribe enfrentan condiciones climáticas extremas que ponen en peligro la vida en la Tierra. Los objetivos que se establezcan en las NDCs para 2025 determinarán el futuro de nuestras ciudades, ecosistemas y el acceso a recursos esenciales como agua y alimentos.
América Latina, con su potencial geográfico, tiene una ventaja competitiva para liderar la transición hacia fuentes limpias de energía. Según Global Energy Monitor, la capacidad eólica y solar en la región podría aumentar hasta un 460% para 2030. A pesar de los compromisos de reducción de emisiones, Argentina, Brasil y México aún enfrentan desafíos significativos, como la eliminación de subsidios a los combustibles fósiles y el cumplimiento de las metas de carbono neutralidad.
En noviembre, Brasil acogerá la Cumbre anual del G20, un momento crucial para impulsar la ambición de las NDCs de los 20 países que representan el 80% de las emisiones globales. En paralelo, The Climate Reality Project América Latina lanzó la campaña “Nuestro Desafío Común” para movilizar a líderes y ciudadanos a participar activamente en la actualización de las NDCs, a través de capacitaciones en línea que se llevarán a cabo del 1 al 27 de agosto.
América Latina se encuentra en un punto crítico en la lucha contra el cambio climático. El liderazgo climático de los países más ricos y la maximización del potencial de energías renovables en la región serán esenciales para asegurar un futuro sostenible.
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