Tras sufrir un ciberataque, Colonial Pipeline cerró el oleoducto más grande de Estados Unidos, el cual transporta gasolina y combustible para aviones desde la Costa del Golfo de Texas a la Costa Este.
La red de oleoductos afectada consta de más de 8 mil 850 kilómetros de ductos y solventa las necesidades energética de 50 millones de consumidores.
El viernes por la noche la empresa sufrió un ataque de ciber seguridad y, como respuesta, desconectó sus sistemas. No reveló mayores detalles sobre las consecuencias de la brecha en seguridad.
De acuerdo con la agencia Reuters, el oleoducto transporta el 45 por ciento del combustible que se consume en la Costa Este.
Con sede en Georgia, Colonial Pipeline es considerado como el operador de oleoductos más grande de Estados Unidos; diariamente, transporta 2.5 millones de barriles de gasolina, diésel, combustible para aviones y otros productos refinados del petróleo.
Fuentes consultadas por Reuters aseguran que el ciberataque provino de un grupo profesional llamado DarkSide, que en anteriores ocasiones desplegó ransomware en los sistemas de compañías y extorsionó a las empresas.
En 2017 fue la ultima vez que Colonial interrumpió transporte de combustibles, con la llegada del Huracán Harvey. De acuerdo con Reuters, en ese momento, los precios de gasolina subieron a su máximo en cinco años y los de diésel llegaron a su máximo en cuatro años.