El sector empresarial celebró el inicio de la operación comercial del gasoducto marino Sur de Texas-Tuxpan, toda vez que ello permitirá generar certidumbre y atraer inversiones hasta por 18 mil millones de dólares en la industria.
Acompañado por Francisco Cervantes Díaz, presidente de la Concamin, y Miguel Benedetto, Director de la ANIQ, el Presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar Lomelín, aseguró que el ducto tendrá un impacto en la economía del país, pues tendrá una capacidad de transporte de dos mil 600 millones de pies cúbicos diarios de gas natural.
«El gasoducto marino ha fincado una enorme cantidad de esperanzas de los empresarios de México por su tamaño y por el impacto que va a tener en la economía de nuestro país. Este acuerdo que se logra entre los dueños de los ductos y la Comisión Federal de Electricidad está teniendo un gran impacto sobre la economía de México.
«El acuerdo fue un ganar-ganar para los participantes, pero lo más importante es que gana México al estar colocado en una región en donde el gas es más económico que en cualquier lugar del mundo; estábamos desaprovechando una ventaja competitiva», destacó.
Agregó que el arranque de la operación incrementará de manera significativa el abasto confiable de gas natural más económico al país, con el fin de satisfacer la creciente demanda en la zona centro y sur-sureste.
Lo anterior, dijo, porque los estados con gas crecen 5.3% anual, al compararlos con el 2.7% de aquellos sin el energético, de acuerdo con cifras reportadas en el periodo 2012-2017.
El empresario sostuvo que el gasoducto marino, aunado a las mesas de energía establecidas con el Gobierno Federal, abre la oportunidad de negociar con las empresas dueñas y continuar con la construcción de los cinco ductos faltantes en esa región y cubrir la demanda del país.