Durante 2020 México se unió brevemente al esfuerzo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados para reducir la producción de crudo y reactivar sus precios, pero limitó su contribución de los recortes a 100 mil barriles por día (bpd) durante un par de meses hasta junio, por lo que el país tuvo que frenar las importaciones de combustible en medio de una menor demanda.
Al participar en la conferencia de energía virtual CERAWeek, organizada por IHS Markit, Ulises Hernández, director general PMI, la rama comercial de Petróleos Mexicanos (Pemex), la cual está a cargo de la mayoría de los acuerdos comerciales de la empresa productiva del Estado, dijo que México no ve la necesidad de reducir sus exportaciones de petróleo, como hicieron muchos productores latinoamericanos el año pasado, porque la demanda y los precios de su crudo insignia se mantienen firmes
“Debido a los bajos costos de producción, la mezcla de petróleo pesado y liviano que producimos tiene una buena demanda en el mercado internacional, por lo que no hemos tenido la necesidad de reducir las exportaciones”, aseguró el directivo.
Cabe destacar que la producción de crudo promedió de Pemex en enero fue de 1,651 millones de bpd, levemente por debajo de los 1,724 millones de bpd producidos un año antes. Mientras que las exportaciones de petróleo cayeron a 979 mil bpd durante enero frente a 1,26 millones de bpd interanual.
Hernández señaló que los costos actuales de extracción en las principales áreas de producción de petróleo de México en aguas poco profundas están por debajo de los 12 dólares por barril, una razón por la cual la compañía no ha presionado más para poner a disposición recursos no convencionales.
“Desde el comienzo de esta administración, Pemex se ha enfocado en las cuencas de aguas superficiales y poco profundas más rentables. Esta es una de las principales razones por las que esta recesión no ha impulsado un cambio importante en la estrategia”, concluyó.