En los últimos años, Petróleos Mexicanos (PEMEX), junto con la empresa petrolera de Brasil, Petrobras, han sido las únicas compañías a nivel internacional que han incrementado de manera significativa su gasto de inversión en exploración y producción de hidrocarburos.
En el desarrollo de sus actividades, históricamente PEMEX ha manejado diversos tipos de contratos en función de las necesidades de cada proyecto. En el caso de algunos contratos en particular, la empresa ha implementado órdenes de servicio previstos en los acuerdos referenciales, los cuales están permitidos por la ley.
Un contrato referencial es el que tiene como finalidad proveer bienes y servicios a PEMEX durante al menos cinco años. Durante este tiempo, por medio de solicitudes de órdenes de trabajo, pueden adicionarse montos a los contratos marco en función de las necesidades de los proyectos. Estos requerimientos no son discrecionales, sino que se basan en un catálogo de precios preestablecidos.
De esta forma, cuando la empresa requiere de algún servicio se acude a este contrato referencial, pues con éste la compañía ya tiene a quién solicitarle ese servicio y no tiene que perder tiempo en una licitación. Así funcionan estos contratos, pues cada vez que se requiere un servicio del monto total se descuenta la orden de servicio, se descuenta el monto correspondiente.
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