Al igual que en otros aspectos, inmediatamente después de la elección el presidente electo López Obrador y su equipo comenzaron a hacer anuncios y a realizar algunas acciones en materia de energía. Destacan la visita al polígono donde se construirá la nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco, el anuncio de que se iniciaba la revisión de los contratos para la exploración y explotación de hidrocarburos por particulares, planteamientos sobre reformas administrativas a la CRE, la CNH y la ASEA, una reunión con la AMEXHI donde señaló que su desempeño estaría bajo estricto escrutinio, entre otras actividades.
De acuerdo con GEA StructurA Económico, a partir de la toma de posesión, se reiteraron las principales líneas de política energética; no hubo rectificaciones de sustancia, excepto porque la meta de producción de hidrocarburos, que se redujo de 2.5 a 2.4 millones de barriles diarios y se pospuso de 2021 a 2024.
Sin embargo, la realidad se ha venido imponiendo gradualmente. La integración del presupuesto hizo que emergieran restricciones presupuestales importantes y dudas sobre las fuentes de financiamiento para los proyectos en el sector. Los montos asignados en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 (PPEF) a los principales proyectos, se presenta en el Cuadro 2.
Se observa que a algunos de los compromisos de campaña simplemente no se le asignaron recursos para 2019, como la reconfiguración de refinerías, la quema de gas, la instalación de 13 nuevas hidroeléctricas, la conversión de centrales termoeléctricas de CFE, la rehabilitación de la empresa de fertilizantes. Además, los montos asignados a otros son claramente insuficientes, como es el caso de la conversión de 10 centrales termoeléctricas a ciclo combinado. Por si fuera poco, en el PPEF 2019 no se le asignaron recursos a 118 proyectos y programas de inversión considerados previamente por Petróleos Mexicanos, como el programa de combustibles limpios para gasolinas y diésel (véase Cuadro 3).