En los próximos años el Hidrógeno sostenible podrá desempeñar un papel estratégico en los sistemas energéticos. Debido a ello, Enel Green Power ha decidido aprovechar el potencial de las fuentes renovables para experimentar con una producción de hidrógeno con cero emisiones de carbono como elemento clave para enfrentarse a la descarbonización de sectores industriales hard-to-abate, como las refinerías de petróleo, los sectores químicos o del acero.
El uso del hidrógeno (H2) en el sistema energético es de crucial importancia para conseguir una transición energética hacia una economía totalmente descarbonizada. En la actualidad, casi toda la producción de H2 se destina exclusivamente al uso industrial y el 98% de ésta proviene de combustibles fósiles, causando emisiones de CO2 de más de 830 millones de toneladas al año, lo que representa la suma de las emisiones anuales de Italia, Francia y los Países Bajos.
La producción de hidrógeno por electrólisis, el proceso por el cual la molécula de agua (H2O) se descompone en sus dos componentes, hidrógeno y oxígeno, ofrece la posibilidad de eliminar por completo la huella de carbono del hidrógeno si la electricidad utilizada para el proceso proviene de fuentes renovables. Pero actualmente es un proceso extremadamente caro, que requiere el uso de enormes cantidades de energía. Y es que, para satisfacer la demanda actual de hidrógeno, según el informe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA) de 2019 «The future of Hydrogen» serviría casi la misma cantidad de electricidad que la que se produce anualmente en la Unión Europea (3.600 TWh al año).
Sin embargo, el crecimiento de las energías renovables y el aumento de la producción de electrolizadores, con la economía de escala correspondiente, podría revolucionar completamente este escenario. La producción de hidrógeno renovable podría ser competitiva en 2030 gracias a la mayor disponibilidad de energía renovable, menores costos y los electrolizadores.
Si la electricidad renovable y la electrificación directa pueden conseguir que la mayoría de los usos finales de la energía para el año 2050 se hagan sin emisiones, el hidrógeno verde puede ser el vector energético con cero emisiones que permita la descarbonización a nivel global.