Total ha comenzado a producir combustible de aviación sostenible (SAF) en su biorrefinería La Mède en el sur de Francia y en su instalación de Oudalle cerca de Le Havre. El combustible biojet, elaborado a partir de aceite de cocina usado, se entregará a los aeropuertos franceses a partir de abril de 2021. Asimismo, la compañía también podrá producir SAF a partir de 2024 en su plataforma de cero crudo Grandpuits, al sureste de París.
Todos estos combustibles de aviación sostenibles se fabricarán a partir de grasa animal, aceite de cocina usado y otros desechos y residuos de la economía circular. Total no utilizará aceites vegetales como materia prima.
De esta forma, total estará en condiciones de responder de sus centros de producción en Francia a la nueva legislación francesa que las llamadas de aeronaves a utilizar al menos el 1% de combustible biojet en 2022, un 2% en 2025 y un 5% en 2030.
El desarrollo de SAF es uno de los caminos estratégicos que está siguiendo Total para enfrentar el desafío de la neutralidad de carbono, ya que los combustibles biojet ayudan a reducir las emisiones de CO 2 del transporte aéreo.
“Al producir combustible de aviación sostenible en nuestros sitios franceses hoy, podemos responder a la fuerte demanda de una industria de la aviación que busca reducir su huella de carbono, mientras adaptamos nuestros recursos industriales. Como empresa de energía amplia, apoyamos a nuestros clientes brindándoles soluciones innovadoras para reducir sus emisiones. Este compromiso está totalmente alineado con la ambición climática de Total de llegar a cero emisiones netas para 2050”, dijo Bernard Pinatel, presidente de Refinación y Químicos de Total .
Total participa en numerosas iniciativas para producir y comercializar combustible de aviación sostenible en asociación con socios de la industria de la aviación. El Grupo alcanzará un nuevo hito en mayo de 2021 con la creación de una Unidad de Negocio de Combustibles Renovables dedicada.
El combustible de aviación sostenible es una alternativa práctica al combustible para aviones de origen fósil. Reduce significativamente las emisiones de CO 2 del transporte aéreo y se puede utilizar como combustible directo a partir de hoy, sin necesidad de modificar la infraestructura de la cadena de suministro, aviones o motores existentes.