La fortaleza de los mercados laborales en algunos países europeos podría ayudar a la región a evitar una profunda recesión, pero la crisis energética hará que los próximos dos inviernos sean un período difícil, dijo el martes el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En el tercer pronóstico de crecimiento que publica este año el FMI, rebajó su previsión de crecimiento mundial para 2023 en su último informe Perspectivas de la economía mundial (WEO): “El invierno de 2022 será un desafío para Europa, pero el invierno de 2023 probablemente será peor”.
“La crisis energética, especialmente en Europa, no es un shock pasajero. La realineación geopolítica de los suministros de energía tras la guerra de Rusia contra Ucrania es amplia y permanente”.
Se espera que el Reino Unido se desacelere bruscamente en 2023, ya que la alta inflación reduce el poder adquisitivo de los consumidores y la política monetaria más estricta afecta el gasto de los consumidores y la inversión empresarial.
“Esta previsión se preparó antes del anuncio (23 de septiembre) del importante paquete fiscal e incorpora una expansión fiscal menos sustancial. Se espera que el paquete fiscal eleve el crecimiento un poco por encima del pronóstico en el corto plazo, mientras complica la lucha contra la inflación”, dijo el FMI.
El organismo con sede en Washington también dijo que los indicadores prospectivos de Europa, así como los nuevos pedidos de fabricación y los indicadores de confianza, sugieren una desaceleración entre las principales economías, aunque en algunos casos «las señales entran en conflicto, con algunos indicadores que muestran una debilidad de la producción» en medio de la fortaleza del mercado laboral.
En el caso de la economía rusa, el FMI dijo que está resistiendo las sanciones implementadas en su contra por los principales países, con un mercado laboral fuerte y revisó al alza el crecimiento esperado de la producción del país.
“Se estima que la economía de Rusia se contrajo un 21,8% (a una tasa trimestral anual) durante el segundo trimestre, aunque las exportaciones de petróleo crudo y no energéticos se mantuvieron”, dijo el FMI.
“La demanda interna rusa está mostrando cierta estabilidad, gracias a la contención del efecto de las sanciones en el apoyo de la política del sector financiero nacional y un mercado laboral resistente”.
Por otro lado, el FMI dijo que espera que el PIB de Ucrania se contraiga un 35% en 2022.
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE, el banco central de la zona euro de 19 países) tendría que aumentar las tasas de interés para controlar la inflación.
“[Sin embargo] Estos desafíos no implican que una gran recesión sea inevitable. En muchos países, incluidos EEUU, el Reino Unido y la eurozona, los mercados laborales siguen ajustados, con tasas de desempleo históricamente bajas y altos niveles de vacantes”, dijo.
“El entorno actual, a pesar del rápido aumento de los precios y los salarios, aún puede evitar una espiral de precios y salarios a menos que las expectativas de inflación se desanclen. Las autoridades fiscales de la región deben planificar y coordinarse en consecuencia”.