El presidente electo de EU, Donald Trump, está desarrollando un ambicioso paquete energético que busca aprobar permisos de exportación para nuevos proyectos de gas natural licuado (GNL) y aumentar la perforación en tierras federales y aguas costeras. El plan, que se implementará poco después de asumir el cargo, también incluye la modificación del plan quinquenal de perforación en alta mar, para incorporar más ventas de arrendamientos.
Entre las prioridades se encuentra levantar la pausa impuesta por el presidente Joe Biden sobre los permisos de exportación de GNL, acelerar la aprobación de permisos de perforación en tierras federales y permitir nuevas ventas de arrendamientos en aguas costeras. Trump también propondrá aumentar la frecuencia de las subastas de arrendamientos y ofrecer terrenos más prometedores en términos de producción de petróleo.
Además, el presidente electo buscará que el Congreso financie el relleno de la Reserva Estratégica de Petróleo y presionará a la Agencia Internacional de Energía para que adopte una postura más favorable al petróleo. También se espera que impulse la construcción de oleoductos como el Keystone, suspendido por la administración Biden. Trump planea crear un Consejo Nacional de Energía con el objetivo de promover la «dominancia energética» de EU a nivel global, con un enfoque en la innovación y reducción de regulaciones burocráticas.
Este paquete refleja las promesas de Trump durante su campaña, y se espera que su implementación sea uno de los primeros movimientos clave de su administración para fortalecer la producción interna de energía y reactivar la economía estadounidense.