El precio del gas natural en Europa ha experimentado un aumento superior al 3%, alcanzando los 50.30 euros por megavatio-hora en el contrato Dutch TTF, debido a dos factores clave: la interrupción en la planta Freeport LNG en Estados Unidos y el anuncio de subsidios por parte de Alemania para el reabastecimiento de almacenamiento de gas.
Este incremento se produce en un contexto donde los niveles de almacenamiento de gas en la Unión Europea han caído por debajo del 60%, lo que genera una mayor demanda de gas natural licuado (GNL) en el continente. Los subsidios alemanes buscan garantizar que los niveles de almacenamiento sean adecuados para enfrentar una posible crisis energética.
Cabe destacar que, en un giro inesperado, los precios del gas natural durante el verano se proyectan más altos que en invierno, lo cual complica el proceso de reabastecimiento de reservas y aumenta el riesgo de escasez de gas en un futuro cercano.
Este aumento de precios pone de relieve la vulnerabilidad del mercado energético europeo, subrayando la necesidad de medidas estratégicas para asegurar la estabilidad del suministro y evitar crisis energéticas.