Las refinerías rusas han incrementado su producción de crudo procesado en un 2%, alcanzando las 754,800 toneladas métricas diarias entre el 15 y el 19 de enero, en comparación con la primera semana del año. Este aumento se debe a las sanciones impuestas por Estados Unidos en enero, las cuales dificultan las exportaciones de crudo sin procesar.
A raíz de las restricciones a empresas como Surgutneftgas y Gazprom Neft, responsables del 25% de las exportaciones rusas de petróleo, Rusia ha tenido que adaptarse buscando nuevos mercados en Asia, África y América Latina. En este contexto, los intermediarios que usualmente suministraban petróleo ruso han dejado de ofrecer cargamentos debido a las sanciones a productores, petroleros y aseguradoras rusas.
A pesar de las dificultades, Rusia mantiene opciones de exportación bajo el tope de precios del G7, que permite la venta de crudo a precios inferiores a 60 dólares por barril y diésel a menos de 100 dólares por barril. La demanda de petróleo en mercados clave como India y China sigue siendo fuerte, aunque la complejidad de las exportaciones aumentó debido a las nuevas sanciones.
Según los expertos en materias primas de Standard Chartered, se espera que la fortaleza de los mercados persista en 2025, gracias a factores como la decisión de la OPEP+ de mantener sus cuotas de producción y una demanda más sólida de lo previsto.