Iberdrola acaba de completar uno de los principales hitos en la construcción de un proyecto eólico: la instalación de los aerogeneradores, en el parque Chimiche, en Granadilla de Abona (Tenerife), su primer parque eólico en Canarias y el primero que construye la compañía en España en los últimos seis años.
Integrado por siete aerogeneradores Siemens Gamesa de 2,625 MW y de 80 metros de altura, el parque cuenta con una potencia total de 18,375 MW, asignada en el Registro Retributivo Específico del Cupo Eólico Canario. La instalación entrará en operación antes de que finalice 2018 y su producción permitirá el abastecimiento de energía renovable a una población equivalente a 15.000 hogares y evitará emisiones de 33.000 toneladas de CO2.
El proyecto, que Iberdrola comparte con un socio local a través de la sociedad Energías Ecológicas de Tenerife, representa una inversión de 30 millones de euros en la instalación de los aerogeneradores, la línea eléctrica de evacuación de la electricidad y la subestación eléctrica transformadora.
La subestación, a 4 km de distancia del parque, ha originado el desarrollo de una compleja labor de ingeniería para desplegar la infraestructura eléctrica a través de una orografía caracterizada por la existencia de muchos barrancos.