Los ministerios de economía y medio ambiente de Alemania redactaron una ley para extender la vida útil de las tres plantas de energía nuclear restantes del país hasta el 15 de abril de 2023, luego de que el canciller Olaf Scholz ordenara a los ministerios establecer el marco legal para mantenerlas operativas.

La economía más grande de Europa había planeado completar la eliminación gradual de la energía nuclear para fines de este año, pero Scholz está presionando por una extensión luego del colapso en los suministros de energía provenientes de Rusia, esto debido a la guerra en Ucrania.

Después de enmendar la Ley de Energía Atómica para extender la vida útil de dichas plantas, el proyecto de ley debería pasar por el gabinete el miércoles y —con el acuerdo de los tres socios de la coalición— se espera que sea aprobado por las cámaras alta y baja del parlamento a finales de noviembre de este año.

Respecto a la cuestión partidista, el partido liberal FDP ha estado presionando para mantener los tres reactores activos hasta 2024, mientras que en Grüne habían insistido en poner únicamente dos plantas en reserva hasta la primavera del próximo año. La decisión de Scholz, del SPD, es vista como un compromiso entre las demandas de los dos partidos, aunque el FDP, la ve como una victoria política.

El papel de las empresas

Los operadores de las tres centrales nucleares restantes son E.ON (Isar 2), RWE (RWEG.DE) (Emsland) y EnBW (EBKG.DE) (Neckarwestheim 2). Con una capacidad total de 4.2 gigavatios, actualmente representan el 6% de la generación de energía de Alemania y está previsto que se cierren a finales de 2022 en virtud de la salida nuclear del país, decidida a raíz del desastre nuclear de Fukushima en 2011.

E.ON ha dicho que tiene suficiente personal para seguir operando Isar 2 por un período limitado y agregó que algunos empleados acordaron retrasar los planes de jubilación anticipada para ayudar. Por otro lado, en conferencia de prensa, la empresa EnBW manifestó que podía confiar en su “personal especializado experimentado”.

Dado que Alemania no adquirirá nuevas barras de combustible, las plantas de Emsland y Neckarwestheim 2 deben cerrar durante algunas semanas a fin dese este año o principios del próximo para reconfigurar sus barras de combustible. La planta Isar 2 estará desconectada de la red en octubre para reparar una fuga en el sitio.

Una cuestión de ganancias

Hasta ahora, las plantas estaban programadas para dejar de operar a fines de 2022, lo que significa que una extensión generará ganancias que las empresas no habían obtenido previamente. El tamaño de estas dependerá del precio de venta.

La operadora E.ON dijo que se espera que Isar 2 genere 2 teravatios hora (TW/h) de electricidad en 2023, lo que se traduciría en un aumento de 350 millones de euros ( aproximadamente 345 millones de dólares) basado en precios de carga base diarios de 173 euros por megavatios hora (MW/h).

Si se tienen en cuenta los precios del año venidero, la ganancia financiera inesperada podría ser incluso de 772 millones de euros. Emsland y Neckarwestheim 2 pues generarán 1,7 TW/h, según el proyecto de ley.

La analista sénior de Bernstein, Deepa Venkateswaran, dijo que la ganancia adicional estimada para E.ON y RWE sería “marginal”, alrededor de 300 millones de euros cada una, asumiendo un precio máximo de 180 euros por MW/h.

¿Cuánto tiempo podrían funcionar las plantas nucleares con las barras de combustible existentes?

Los operadores de las plantas ahora están tomando medidas para garantizar que los reactores puedan funcionar hasta el 15 de abril, como solicitó Scholz, y agregó que esto requiere un cambio en la ley actual.

EnBW dijo que Neckarwestheim 2 podría, en principio, ejecutarse hasta mediados de abril. Mientras que Isar 2 de E.ON funcionará hasta marzo de 2023, según las barras de combustible actuales, dijo la compañía y agregó que una configuración reorganizada podría, en teoría, haber permitido un tiempo de ejecución hasta agosto de 2023.

“Después de eso, se tendrán que adquirir nuevos elementos de combustible”, expuso E.ON. Eso, sin embargo, requiere cierto tiempo de anticipación, ya que, según el grupo industrial Nuclear Technology Germany (KernD), por lo general toma alrededor de un año hasta que se entregan barras de combustible nuevas.

“Si los operadores ya ordenaron algunos componentes con anticipación, eso se puede reducir a 6 o 7 meses”, se comentó desde KernD.