Alemania e Italia han compensado el vacío dejado por el gas ruso a través de Ucrania. Según Austrian Grid Management, tras la interrupción de flujos por parte de Ucrania y el fin del acuerdo de tránsito con Rusia, ambos países aumentaron sus importaciones.
Eslovaquia, por su parte, ha dependido de Hungría como su única fuente de gas desde la interrupción de las importaciones rusas. A pesar de los desafíos, Eslovaquia ha logrado asegurar suministros alternativos, incluyendo gas natural proveniente de Azerbaiyán, a través de un acuerdo firmado con la petrolera estatal SOCAR.
La situación ha dejado a Noruega y Estados Unidos como los principales beneficiados, con una participación creciente en el mercado europeo. El año pasado, Noruega suministró 87,8 bcm de gas a Europa, mientras que EU alcanzó los 56,2 bcm, representando el 30,3% y el 19,4% del total de las importaciones, respectivamente.
En el ámbito del gas natural licuado (GNL), Estados Unidos ha sido el mayor proveedor a Europa en los últimos tres años consecutivos, con un incremento en su participación. En 2023, EU abasteció el 48% de las importaciones de GNL de Europa, un aumento significativo respecto al 27% en 2021. Además, la capacidad de importación de GNL en Europa sigue creciendo, con un 33% de aumento proyectado para 2024, lo que refuerza la capacidad de Europa para diversificar sus fuentes de energía.