La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ajustó su proyección de crecimiento de la demanda mundial de petróleo para 2025, incrementándola de 990 mil a 1.1 millones de barriles diarios. Este cambio se atribuye a las medidas de estímulo económico aplicadas en China, que han impulsado el consumo energético.
Sin embargo, para 2024, la AIE redujo su previsión a 840 mil barriles diarios debido a una menor demanda de crudo en países clave como China, Arabia Saudita e Indonesia. La demanda promedio global se estima en 102.8 millones de barriles diarios en 2023 y 103.9 millones para 2024, cifras inferiores al crecimiento observado en 2022, cuando se incrementó en más de 2 millones de barriles diarios.
Por su parte, la OPEP mantiene un pronóstico más optimista, anticipando un crecimiento de 1.61 millones de barriles diarios en 2023 y 1.45 millones en 2024.
En cuanto a la oferta, la AIE reportó un incremento de 130 mil barriles diarios en noviembre, impulsado por la recuperación en Libia y Kazajistán. Para 2025, el suministro promedio podría alcanzar los 104.8 millones de barriles diarios.
A pesar del aumento en la producción, se espera un superávit global de 950 mil barriles diarios en 2024, que podría ampliarse si la OPEP y sus aliados eliminan gradualmente los recortes de producción programados para marzo.
Los precios del petróleo, influenciados por tensiones geopolíticas y estímulos en China, se mantienen cerca de los 73 dólares por barril para el Brent y 70 dólares para el West Texas Intermediate, reflejando preocupaciones por un posible debilitamiento de la demanda global.