Por David Macías, responsable de negocio Smart Solar de Iberdrola México
Iberdrola anunció recientemente una inversión de 47,000 millones de euros entre 2023 y 2025 para impulsar la transición energética, el empleo y las emisiones netas nulas. Este importante anuncio forma parte de la estrategia del grupo para la presente década, basada en las renovables y en soluciones de descarbonización para nuestros clientes. Todo ello apuntalado por la innovación y la digitalización.
Como parte de este ambicioso plan que busca comprometer a la compañía y a sus grupos de interés con la protección del medioambiente y la lucha contra el cambio climático, encontramos, entre otros, proyectos de hidrógeno verde, de frío-calor eléctrico y de fotovoltaica distribuida.
Smart Solar es un programa de generación distribuida a partir de sistemas fotovoltaicos menores a 500 kW que se ubican en las instalaciones de las propias empresas. Iberdrola México se encarga de diseñar, construir e instalar los paneles, así como del mantenimiento y el monitoreo de su desempeño. De esta manera, las compañías pueden destinar una superficie que normalmente no es aprovechada, como el techo de sus instalaciones.
Con este producto, Iberdrola México brinda herramientas a los clientes para que sean más competitivos sin tener que realizar fuertes inversiones, porque los riesgos tecnológicos y financieros asociados a la implementación de este tipo de proyectos los absorbe la compañía energética, líder mundial en renovables y con una amplia experiencia.
UN GANAR-GANAR
Smart Solar ofrece grandes beneficios. Desde el punto de vista económico, Iberdrola México se encarga de la inversión inicial mientras se garantiza al cliente que una parte de su factura eléctrica tenga estabilidad a largo plazo. Este es un elemento fundamental ante el cambiante mundo actual.
Igual de importante es que la empresa que cuenta con un Smart Solar consuma energía limpia y 100% renovable generada en sus propias instalaciones, lo que le ayuda a cumplir con sus objetivos medioambientales a través de la reducción de su huella de carbono fruto de sus operaciones.
De hecho, cada MWh de energía generado con Smart Solar evita la emisión de 423 kg de dióxido de carbono (CO2), según datos del 2021 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Por ello, Smart Solar es un ganar-ganar. Favorece a las empresas que optan por este innovador servicio y ayuda a Iberdrola México a aumentar la cantidad de proyectos de generación mediante fuentes limpias y renovables, contribuyendo a sus propias metas de transición energética.
Y me atrevería a hablar de un tercer ganador, quizás el más importante. En un país con una fuerte industria como México, lo que anticipa una creciente demanda de energía, soluciones inteligentes como Smart Solar apuntalan un fin mucho mayor: la descarbonización de los procesos para dejar un planeta mucho más limpio para las futuras generaciones.