Del 30 noviembre al 4 de diciembre de 2020, los precios de los contratos a futuro de los crudos West Texas Intermediate (WTI) y Brent registraron alza, por quinta semana consecutiva, su mejor racha en seis meses, ante el optimismo hacia un paquete de estímulo económico en Estados Unidos; la especulación de un impulso antes de lo esperado a la demanda de combustibles considerando la vacuna para el COVID-19, y al acuerdo de la OPEP+ de ajustar en solo 0.5 millones de barriles diarios (mbd) el recorte de la producción mundial de crudo, para pasar de 7.7 mbd a 7.2 mbd a partir de enero 2021.
A lo largo de diciembre, los petroprecios mostraron una leve tendencia al alza, ubicándose cerca de los 50 dólares por barril. El mercado acumuló ganancias después de que Reino Unido y la Unión Europea alcanzaron un acuerdo comercial posterior al Brexit; revirtieron esas ganancias y luego se recuperaron para terminar modestamente al alza.
Los mercados se han recuperado drásticamente desde finales de octubre a medida que las vacunas daban pasos hacia su aprobación en numerosos países. En todo el mundo las infecciones siguen aumentando y las perspectivas de los inversores se verán empañadas por la pandemia durante varios meses.
“El mercado del petróleo está esperando una distribución más amplia de vacunas para que la gente vuelva a la carretera y a subirse a aviones”, dijo Andrew Lipow, presidente de Lipow Oil Associates, en Houston, Texas.
En tanto, la primera semana de enero las petroleras internacionales se favorecieron de la reunión de la OPEP y la decisión de un aumento en la producción de petróleo para el siguiente mes, con alzas en los precios de sus acciones, así como un aumento considerable para los precios de crudo en la jornada.
Los precios del crudo se dispararon después de que la OPEP y sus aliados acordaran un ligero aumento de su producción para febrero y marzo, llevando al WTI a superar la barrera de los 50 dólares el barril por primera vez en diez meses.