En repetidas ocasiones, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha reiterado que la refinería Olmeca, en Paraíso, Tabasco, será inaugurada el próximo 2 de julio, y de acuerdo a los últimos reportes de la Secretaría de Energía, la actividad en el puerto de Dos Bocas está aumentando debido a la cantidad de equipos que están llegando para la obra, en la cual se ha comenzado a colocar las chimeneas en los módulos de los calentadores de la planta hidrotratadora de nafta; se trabaja en las celdas que integran los calentadores de crudo y atmosférico en la planta coquizadora y se llevan a cabo maniobras de montajes de módulos en la planta de fentanos, mientras que las otras 17 plantas de proceso avanzan en su etapa constructiva.
“Nosotros enfrentamos este nuevo desafío porque desde el principio estamos produciendo combustibles, ya que antes se vendía el petróleo crudo y se compraba la gasolina. En cuanto llegamos, dijimos que íbamos a producir la gasolina en México y a recuperar las refinerías que tuvieron 40 años en el abandono. Pasaron cuatro décadas sin que se hiciera una nueva refinería y nos dejaron otras seis convertidas en chatarra porque querían acabar por completo con la refinación, como acabaron con toda la industria petroquímica nacional, por eso empezamos a rehabilitar las refinerías y compramos otra en Estados Unidos, algo que nunca se había visto, con lo cual ahora ya producimos más gasolinas y diesel, además de la refinería que se construye en Dos Bocas, para que el próximo año dejemos de comprar gasolina y diesel en el extranejero”, señaló el mandatario durante un evento en la refinería Olmeca.
A pesar de todo lo anterior, Gonzalo Monroy, Director General de GMEC, considera que cuando se habla de la inauguración de la refinería, únicamente se refieren al término de la construcción, sin embargo, la realidad es que no va a estar lista para la fecha señalada.
“Hay cosas que son cruciales y que no están terminadas. Lo más importante es que no hay una instalación en la cual llegue el petróleo para alimentar la refinería. Prácticamente estamos a un mes de su inauguración y no existen estos ductos, por lo tanto, una refinería en la que no corre petróleo, simple y sencillamente es una imaginación en el aire”, comentó Monroy a Crystal Mendivil, en entrevista para Global Energy TV.
El especialista en temas energéticos agregó que tampoco se sabe de dónde se va a tomar la energía para que pueda funcionar la planta de cogeneración, además, de que también está pendiente todo lo que tiene que ver con las pruebas de arranque y el testeo.
“Hay que dejar en claro que una refinería no se trata únicamente de ensamblar y operar de manera eficiente, sino que la automatización que se requiere para los equipos de estas plantas necesitan muchas pruebas extensivas y si la historia de Petróleos Mexicanos (Pemex) nos sirve como indicador, sabemos que en las plantas coquizadoras de Madero o Cadereyta les llevó aproximadamente cuatro años para ponerlas en funcionamiento, mientras que en el caso de Minatitlán, que data de 2014, todavía al día de hoy sigue sin operar al 100 por ciento, por lo que es muy probable que veamos la primera gota de un refinado, ya sea de combustóleo, diesel o gasolina, por el año 2026 o 2027. Obviamente el 2 de julio veremos una inauguración, pero no una obra terminada, ni mucho menos una instalación que ya produzca”, explicó.
A decir del directivo de GMEC, la refinería Olmeca “será como un automóvil con acabados de lujo, pero al cual le falta el motor, cableado y la gasolina”.
Proyecciones del Sistema Nacional de Refinación
Durante la conversación con Crystal Mendivil, Gonzalo Monroy señaló que recientemente se publicaron los reportes financieros auditados de Pemex, en los cuales se observa que, en materia de refinación, la empresa productiva del estado ha perdido entre 11 mil y 12 mil millones de dólares anuales. Sin embargo, destacó que el informe revela aspectos desiguales en relación a las refinerías de Salamanca y Salina Cruz, las cuáles están operando muy cerca de su máxima capacidad, mientras que las de Madero y Minatitlán “prácticamente están en la calle de la amargura”.
“En estos casos, la parte de Timing va a ser crucial y clave, porque mucho se ha hablado de que México dejaría de exportar petróleo para hacer uso de su producto doméstico con sus siete refinerías, contando a Dos Bocas, o incluso ocho, si se incluye también a Deer Park. Si esto sucede, y la producción petrolera de México sigue cayendo, es muy probable que en algún momento cercano al 2026 o 2027, el país tendría que importar petróleo crudo y ligero, principalmente, para alimentar sus propias refinerías, lo cual no es sencillo, pero es algo que debemos tomar en cuenta porque puede ocurrir en un futuro próximo”, concluyó.
