Por Rocio Novoa
La transición energética en México avanza en un entorno que combina retos de infraestructura, cambios regulatorios y el creciente desafío por reducir emisiones. Para Invenergy, compañía especialista en generación limpia, este panorama representa tanto desafíos como una oportunidad estratégica para consolidar su presencia. Con una década de operaciones en el país, la firma busca seguir ampliando su capacidad instalada y aportar soluciones que fortalezcan la confiabilidad del sistema eléctrico.
“Hoy por hoy tenemos un portafolio de desarrollo de más de 10 proyectos en todas las tecnologías”, afirmó Gabriel Monroy, Country Manager de Invenergy México. La compañía opera desde 2014 y ha construido seis centrales eléctricas que suman 900 megavatios, equivalentes a abastecer un millón de hogares, consolidando un enfoque que se ha convertido en una de las principales ventajas competitivas de la firma.
“La diversificación de nuestras tecnologías es una vitrina de las capacidades y flexibilidad que tenemos para ofrecer soluciones innovadoras a nuestros clientes finales”, puntualizó.

Diversificación tecnológica y liderazgo en almacenamiento
El portafolio de Invenergy incluye centrales eólicas, solares y de gas natural, además de proyectos de cogeneración y un desarrollo híbrido pionero: La Toba, ubicada en Baja California Sur. Este proyecto combina una planta solar de 39 MW con baterías que aportan 80 MWh de almacenamiento.
“Es un proyecto que ha incrementado la seguridad y confiabilidad, y le ha dado firmeza al recurso solar. Incluso después de la puesta del sol inyectamos la energía solar de nuestra batería en las horas punta”, explicó Monroy.
El almacenamiento es uno de los elementos clave en la estrategia de la compañía. “Las baterías resuelven muchos de los retos que presentan las energías limpias variables; los beneficios que da una batería, a través de los servicios conexos que puede ofrecer al sistema, son muchos”, indicó. Entre éstos destacó el control de frecuencia y voltaje, el respaldo ante emergencias y la capacidad de trasladar energía de horas de baja demanda a periodos de alta demanda.
La Toba se construyó en un sistema eléctrico aislado que históricamente dependía del combustóleo y diésel, lo que incrementaba costos y emisiones. La planta híbrida es, según Monroy, un referente de cómo el almacenamiento puede dar confiabilidad en regiones con alta variabilidad de demanda.
“La máxima demanda en verano llega a niveles de 680 megavatios y en invierno baja a 350, entonces hay una variabilidad que, desde un punto de vista de programación y planeación, se tiene que tomar en cuenta”, subrayó.

Certidumbre regulatoria y compromiso social
Aunque el entorno regulatorio ha sido uno de los principales retos, el ejecutivo reconoció que los avances recientes aportan confianza a los desarrolladores. “Hemos transitado en muchos cambios al marco regulatorio, por lo cual, adaptarse ha sido el desafío más grande”, explicó. La nueva Ley del Sector Eléctrico y la meta del 38% de energías limpias hacia 2030 representan un paso relevante.
“La nueva ley da claridad en lo que el gobierno quiere hacer con las energías limpias. Da un espacio a que los privados podamos participar”, señaló. Monroy destacó que la demanda creciente y la necesidad de modernizar la transmisión son señales de oportunidad.
“El crecimiento de la demanda manda la señal de que cierto proyecto puede ser muy necesario”, afirmó. Sin embargo, advirtió que “el desafío está en la implementación”.
En materia de financiamiento, Invenergy apuesta por relaciones de largo plazo con inversionistas y procesos rigurosos de evaluación. “Siempre vamos a apostar por las relaciones sólidas con nuestros inversionistas, tanto del lado de capital de riesgo como de nuestros financistas que nos dan deuda”, explicó. “Para nosotros un proyecto tiene que cumplir todas las metas, que sea técnicamente viable, que aporte al sistema, pero que también beneficie a las comunidades”, añadió.
La compañía desarrolla programas de impacto social en cada zona de influencia. “Desde que desarrollamos proyectos en sus etapas tempranas tenemos un compromiso genuino de generar valor no solo en el proyecto como tal, sino también a las comunidades”, detalló. Estas acciones incluyen capacitación, programas educativos en digitalización y energía, así como contratación local para fortalecer las oportunidades económicas.
Mirando hacia el futuro, Invenergy prevé seguir ampliando su capacidad instalada en el país combinando innovación tecnológica y compromisos sociales que consoliden la transición energética mexicana. “Estamos optimistas de que México está hoy en un punto de inflexión porque vimos en el año anterior que el sistema empezó a mostrar vulnerabilidad por los márgenes de reserva tan bajos. La combinación de las señales de mercado y el marco normativo es lo que nos mantiene optimistas”, concluyó.






