Desde hace varios años, Repsol se ha posicionado como uno de los referentes globales con presencia en toda la cadena de valor de la industria energética. Particularmente en el sector de refinación, la empresa cuenta con seis complejos que tienen capacidad para procesar más de un millón de barriles de petróleo al día.
Cinco de estas instalaciones se encuentran en España y operan como una única refinería, lo que las convierte en uno de los sistemas de refinación más avanzados y eficientes de Europa.
Para lograr este éxito, Juan Abascal Heredero, Director Ejecutivo de Transformación Industrial y Economía Circular de Repsol, asegura que más allá de la interconexión física que existe entre refinerías a través de oleoductos propios y de la Compañía Logística de Hidrocarburos de España, destaca la planificación y optimización conjunta que se realiza de las cinco refinerías, ya que de este modo aprovechan las sinergias existentes, permitiéndoles obtener mejores resultados y ser más competitivos.
En entrevista para Global Energy México, el directivo destacó que Repsol se convirtió en diciembre de 2019 en la primera compañía de su sector en fijarse el objetivo de ser cero emisiones netas en el año 2050.
“Las metas intermedias para alcanzar este reto también están definidas. Por ejemplo, en el área de Refino se trabaja en una reducción del 25% de las emisiones para el año 2025. Las inversiones en eficiencia energética, en seguridad y en mejora de las instalaciones son una constante en los centros industriales de Repsol”, aseguró.
Con base en esta amplia experiencia en el sector y con la mira puesta en los próximos años, Repsol tiene la firme confianza de que las refinerías deben transformarse para un futuro sostenible y un área industrial descarbonizada. Por ello, la compañía visualiza la descarbonización como una oportunidad para desarrollar negocios rentables y crecer.
“Los grandes complejos industriales de Repsol van a transformarse en polos multienergéticos, capaces de generar productos de baja, nula o incluso negativa huella de carbono y de impulsar nuevos modelos de negocio basados en la digitalización y la tecnología.
“Para abordar este proceso de transformación, Repsol se apoya en cuatro grandes pilares: la eficiencia energética, la economía circular, el hidrógeno renovable y la captura y uso de CO2. Sólo en eficiencia energética invertirá durante el periodo 2021-2025 más de 400 millones de euros, para reducir 800,000 toneladas de CO2 anuales y sentar las bases para transformar los centros industriales en instalaciones cero emisiones netas”, explicó.
Bajo esa premisa, cabe destacar que a finales de 2020, Repsol anunció la construcción de la primera planta de biocombustibles en España. De acuerdo con Juan Abascal Heredero, la principal motivación de este proyecto pionero en España es avanzar en el objetivo de ser una compañía cero emisiones netas en el año 2050 y de hacerlo con propuestas rentables, que aporten valor añadido tanto a la compañía como al conjunto de la sociedad, en este caso garantizando el suministro de combustibles sostenibles para medios de transporte difícilmente electrificables en la actualidad, como los aviones y el transporte pesado.