Hace 10 años, cuando el mercado energético mexicano recién experimentaba una importante apertura y expansión, las energías renovables registraron un crecimiento exponencial en su uso y desarrollo tecnológico en ese momento y para el futuro. Hoy, en 2023, el 32% de la fuerza laboral en este segmento está conformada por mujeres, según datos de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés).
En entrevista para Global Energy, Patricia Tatto, vicepresidenta para la región de América en ATA Renewables, comparte su visión acerca de las acciones que requiere el país para lograr que la inclusión femenina en el sector energético se haga de manera orgánica, con objetivos orientados hacia un cambio de paradigma.
“Lo más sano que ha hecho México es abrir el mercado a una competencia. La posibilidad de converger con otras empresas mexicanas y extranjeras permite aportaciones culturales en ida y vuelta; ese es el primer ejemplo de cómo democratizar el mercado”, explica. Asimismo, detalla que esto requiere de nuevas opciones de contratación que se ajusten a las nuevas condiciones, no solo al esquema de negocios que beneficiaba a los hombres, sino a cómo hacen negocios las mujeres e incentivarlas para que no dejen de hacerlo.
“Hablamos de los ejes laboral, de emprendimiento y financiero. Cómo lograr que una mujer se atreva a sacar un crédito para fundar una empresa, explicarle los riesgos de una manera u otra, porque la economía de las mujeres solía ser informal. Para integrarla a la formalidad, se deben dan herramientas educativas, laborales, financieras, y de digitalización, un tema que debemos tocar de inmediato”.
Al respecto, la ejecutiva comenta que estas herramientas son fundamentales para lograr los cambios que se requieren; no obstante, al día de hoy es una realidad que una gran cantidad de mujeres no posee las habilidades ni oportunidades de entrar al mundo digital. “Es un tema profundo en el que estamos trabajando, pero estamos dando herramientas, no solo en ciertas áreas futuristas, sino en otras que han sido preponderantemente masculinas”.
Un cambio en los negocios
Las tendencias que indican una transición energética también requieren un cambio en la forma en la que se hacen negocios, pues esta agenda tiene como base a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En este contexto, la equidad de género es uno de los más relevantes, y va de la mano con la generación de energía asequible y no contaminante, así como con las acciones para combatir el cambio climático.
“Todas las empresas de energía y otras áreas están haciendo una nueva ola de este análisis. Esto había pasado en otros países, pero no en México. También hay ejemplos a seguir porque la gente está invirtiendo en programas de liderazgo para sus propios empleados, un análisis interno de cambios de paradigma en los mismos criterios de contratación. Estamos interiorizando procesos para mejorarlos, la tendencia ahora es ser una empresa con propósito y crear impacto en lo económico, social y ambiental”.
Desde su posición en ATA Renewables, Patricia Tatto destaca que la compañía boutique de asesoría, ingeniería y certificación de proyectos de energías renovables siempre ha sido inclusiva y no requiere de políticas expresas sobre contratación. Actualmente, el equipo a cargo de la directiva está conformado completamente por mujeres y esto, en parte, se debe a la visión corporativa de la empresa.
La evolución del sector: inclusión orgánica
Las necesidades actuales del sector de energías renovables han derivado en el desarrollo de tecnologías innovadoras como el uso del hidrógeno verde y de baterías como sistemas de almacenamiento de energía. ATA Renewables refuerza sus áreas técnicas para dar impulso a estas áreas y proyectos que, al día de hoy, en México todavía requieren atención en infraestructura y planeación, principalmente.
“Las baterías hoy por hoy van a ser una salida muy viable para mantener un sistema eléctrico sano, aquí o en cualquier lugar de América Latina con los mismos retos de infraestructura. Si los países no invierten en solucionar los problemas de interconexión, todos vamos a necesitar baterías para cortes de electricidad. Por otra parte, entender la parte técnica en el tema del hidrógeno es fundamental para la tendencia de la descarbonización”, explica.
En este sentido, la compañía de origen español ya analiza el desarrollo de nuevos proyectos en energías renovables, específicamente en hidrógeno, fijados para el mediano y largo plazo en el país, entre cinco y 10 años. Es decir, prototipos que apenas inician o se llevarán a cabo cuando la regulación mexicana lo permita.
Hablar sobre el desarrollo de estos proyectos permite también hablar sobre cómo la participación femenina en estos ha formado parte esencial desde un inicio, y lo seguirá siendo de manera natural. De acuerdo con Patricia Tatto, estas nuevas áreas, como el hidrógeno, cuentan con redes amplias que permiten que las mujeres se involucren.
“Hay muchas químicas, biólogas, veo muchas mujeres en el área de hidrógeno, y sobre todo porque es un tema de nuevas generaciones. En las renovables hay gente más joven, con una visión distinta, entonces la inclusión de la mujer ha sido mucho más sencilla y lógica que en otras áreas de la energía. La gente que ve o analiza proyectos de hidrógeno tiene otra visión y otra ventaja competitiva, porque es salir del combustible fósil y hacer algo diferente; esa misma transición que se da en las empresas, genera mayor equidad o una mejor distribución de competencias en áreas nuevas, como esta”.
Iniciativas con impacto
Además de su posición como VP en ATA Renewables, Patricia Tatto es presidenta y directora general de la asociación Mujeres en Energía Renovable México (MERM) y pertenece a la organización W20. Desde estas trincheras se realizan labores cuyos ejes principales son la inclusión de la mujer a nivel laboral, con herramientas que permitan que esta lleve a cabo un impacto en su proceso. “No nada más es decir ‘inclúyela’, sino invertir en la capacitación y en cómo favorece esto al entorno de tu empresa. También cómo puedo verificar que ambos tengan equidad de salarios, de prestaciones o que a la mujer se le dé la facilidad de integrarse en la vida económica activa”.
En MERM, además, se favorecen dos de las agendas más importantes del mundo: la lucha contra el cambio climático y la inclusión de más mujeres en el sector. “Hacemos un análisis al nivel de energía, porque era un sector preponderantemente masculino; ahorita el mundo está cambiando y las mismas empresas de energía antiguas están volviéndose verdes y tienen que tomar en consideración todos estos criterios, que también es un reto”.
Finalmente, el objetivo de que más mujeres participen en el sector energético busca que se haga desde puestos estratégicos y directivos. MERM capacita a las mujeres con programas de liderazgo e inclusión para pertenecer a consejos directivos, que permita representar a una empresa en un Consejo. “Eso también había sido limitado porque no veíamos mucha participación, y ahora creemos que desde los Consejos Directivos hay una posibilidad de ejercer cierta influencia en la toma de decisiones, a nivel de sustentabilidad en los procesos”, comenta.
“En MERM tenemos un área de capacitación, una red a nivel Latinoamérica que pretendemos que se vuelva un hub de intercambio de información y de cursos gratuitos. Ahora tenemos “Walk the Talk”, un programa piloto de nueve semanas en donde las mujeres obtienen una visión distinta del liderazgo, y son capacitadas para ser mentoras de otras mujeres, con una visión de cómo impactar a nivel directivo”, concluye Patricia Tatto