Por: Kathya Santoyo
Petróleos Mexicanos (PEMEX) se encuentra en un momento crítico bajo la nueva administración presidencial. Al respecto, la agencia calificadora Moody’s publicó este 27 de noviembre el reporte denominado Petróleos Mexicanos: Riesgos crediticios severos persistirían bajo dos escenarios de política distintos en nueva administración.
En exclusiva para Global Energy, Roxana Muñoz, VP – Senior Credit Officer del Grupo de Finanzas Corporativas de Moody’s, analizó los principales hallazgos del reporte y los desafíos que enfrenta Pemex. Entre ellos destacan la presión de los vencimientos de deuda a corto y mediano plazo, las pérdidas operativas persistentes y las necesidades crecientes de apoyo gubernamental para sostener sus operaciones e inversiones estratégicas.
Deuda histórica y vencimientos críticos
Uno de los principales retos financieros de Pemex es su deuda, la más alta entre las petroleras globales. Según la experta, en 2026 los vencimientos de deuda a largo plazo alcanzarán los 12.7 mil millones de dólares, lo que, sumado a las pérdidas operativas y necesidades de liquidez, eleva el respaldo requerido a cerca de 17 mil millones de dólares. Esto plantea una presión significativa para las finanzas públicas de México, ya que el gobierno deberá decidir entre capitalizar la empresa, garantizar su deuda o buscar esquemas de refinanciamiento.
Estrategia fiscal y reformas legales
Roxana Muñoz recordó que el gobierno federal presentó recientemente el Derecho Petrolero para el Bienestar, un nuevo régimen fiscal que simplifica los gravámenes de Pemex a una sola tasa del 30% para el crudo y 11.63% para el gas natural. Aunque este cambio podría facilitar los cálculos fiscales, Muñoz lo considera neutral desde una perspectiva crediticia, ya que no implica una reducción significativa de las obligaciones de Pemex hacia el gobierno.
La implementación de leyes secundarias en 2025 será clave para determinar cómo se aplicarán los nuevos derechos fiscales y si se incentivarán inversiones en proyectos específicos, particularmente en gas natural. Según Roxana Muñoz, los bajos precios del gas hacen que la producción en este sector sea menos rentable, lo que podría limitar los incentivos para su desarrollo.
Asimismo, señala que Pemex enfrenta el desafío de mantener una producción estable de crudo de 1.8 millones de barriles diarios en un contexto de recursos limitados. La apertura a la inversión privada es vista como una oportunidad para revertir la tendencia decreciente en la producción, aunque persisten dudas sobre los esquemas que se implementarán.
Transición energética: un reto complejo
La transición energética es otro de los grandes retos para Pemex. Aunque la empresa publicó ya un plan de sostenibilidad, persisten dudas sobre cómo financiar proyectos de reducción de emisiones y diversificación hacia energías más limpias.
En comparación con empresas como Ecopetrol, que han diversificado con éxito hacia líneas de negocio menos contaminantes, Pemex aún tiene un largo camino por recorrer. Además, la falta de presión regulatoria en la región limita la urgencia de la transición energética, a diferencia de Europa, donde los inversionistas exigen medidas concretas de sostenibilidad.
Impacto de los aranceles y precio del petróleo
Roxana Muñoz también abordó el impacto potencial de las tensiones geopolíticas, como la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos. Sin embargo, destacó que el precio del petróleo es un factor más crítico para Pemex.
Para mitigar estos riesgos, Muñoz destacó que, en general, las empresas del sector recurren a la adquisición de coberturas petroleras. Esta estrategia, que Pemex podría adoptar, también es empleada por la Secretaría de Hacienda para protegerse de la volatilidad de los precios internacionales.
2025: un año de status quo
Roxana Muñoz proyecta que 2025 será un año de status quo para Pemex, con pocas variaciones significativas en su operación. Las prioridades seguirán enfocadas en la refinación y en completar las inversiones en Dos Bocas.
En términos de producción, Pemex podría mantenerse en torno a los 1.7 millones de barriles diarios, con una ligera caída mientras se desarrollan los proyectos estratégicos anunciados.
El análisis de Roxana Muñoz destaca la magnitud de los desafíos que enfrenta Pemex en términos financieros, operativos y estratégicos. Si bien la apertura al capital privado y el nuevo régimen fiscal son pasos en la dirección correcta, los resultados no serán inmediatos. El financiamiento de la transición energética y el manejo de la deuda serán determinantes para el futuro de la empresa.
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