Por Aban Moreno
Aban Moreno es Ingeniero Eléctrico – Electrónico, cuenta con dos especialidades en Energía y su Uso Eficiente y una Maestría en Energías Renovables. Actualmente es consultor de Oleum Servicios y Dictaminación Técnica, S.A. de C.V. y Profesor en la UNAM.
El sector energético se encuentra dentro de un proceso de transformación orientado hacia las soluciones digitales, las cuales tienen como objetivo mejorar la disponibilidad y el acceso a fuentes alternativas de energía, es decir, a fuentes renovables y sostenibles que ayuden a superar los retos derivados del cambio climático.
El proceso de digitalización se refiere a la implementación de tecnologías digitales y en el sector energético, es fundamental para lograr una adecuada transición a fuentes de energía sostenibles. Este proceso es necesario para lograr reducciones de costos, agilizar procesos, mejorar la gestión de datos y mejorar la coordinación en un sistema energético que, dadas sus características innatas, es cada vez más complejo.
La descentralización del sistema es otro punto primordial para cumplir con este objetivo y para ello es imprescindible apoyarse en las nuevas tecnologías. Un sistema descentralizado brinda múltiples beneficios al sector energético, ya que aumenta la competencia en el mercado, lo que lleva a tener precios más bajos para los usuarios finales, mejora la flexibilidad de la red y mejora el acceso a sistemas de generación distribuida.
Las disrupciones tecnológicas son la clave dentro de la evolución de este sector y prueba de ello son las tecnologías como la inteligencia artificial, el big data, la conectividad móvil, los servicios de la nube, el Internet de las cosas y por supuesto, el Blockchain.
El Blockchain funciona básicamente y de manera muy resumida, como un libro de contabilidad en donde se registran todos los movimientos y cambios de un sistema determinado, pero sin la necesidad de contar con un tercero centralizado. Es decir, Blockchain hace que el sistema funcione de manera distribuida, de tal forma que cada participante tiene una copia actualizada del libro donde se actualizan los movimientos. Este mecanismo otorga confianza y transparencia entre las entidades que operan con flujos de información.
Blockchain es una tecnología que está creando nuevos modelos de negocio innovadores, por lo que cualquier industria que por sus características esté sufriendo una transformación acelerada, debería adoptar este tipo de tecnologías disruptivas. La industria energética lo ha utilizado para monitorear la oferta y la demanda de energía, rastrear la generación y el consumo de energía, llevar registros de pagos, mantener información actualizada sobre los activos y otras circunstancias que involucran la interacción entre múltiples participantes.
La tecnología de Blockchain permite tener un registro permanente de transacciones dentro de una red descentralizada cuya información vinculada se encuentra ordenada cronológicamente. Esto, permite una mejor gestión, validación y almacenamiento de la información, lo que se traducirá en procesos de automatización que permitirán tener mayor agilidad y eficiencia en los procesos del sector energético.
Por su propio contexto local, México debe enfrentar y superar retos adicionales dentro de su sector energético. Prueba de ello es su sistema de transmisión de la energía, que, dadas las necesidades actuales, se vuelve cada vez más obsoleto. Esto representa un obstáculo para la implementación de soluciones digitales en este sector. Así mismo, se requiere eliminar la incertidumbre del mercado en términos regulatorios y políticos. Para ello, se necesitan lineamientos, normativas y marcos regulatorios claros a lo largo de todo el proceso de la cadena de valor del sector energético.
En conclusión, es imperativo que las tendencias tecnológicas disruptivas se mantengan como una prioridad estratégica para el gobierno, de tal forma que no se rezague en su adopción. Ser pioneros en su implementación representa una oportunidad de crecimiento económico estratégico que puede resultar muy provechoso, considerando el periodo post pandemia que estamos por comenzar.