La tecnología IMP-KINYAM, desarrollada por el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), fue presentada como una solución para romper emulsiones agua-aceite en crudos pesados. Su aplicación permite una separación más eficiente, respaldada por una alta estabilidad térmica y química, lo que la hace adecuada para condiciones exigentes en la industria energética.
De acuerdo con el IMP, este desarrollo mejora la calidad del agua tratada, protege la formación y sustituye el uso de desemulsionantes convencionales. Entre sus beneficios se destaca la desemulsión avanzada, que contribuye directamente a mejorar la calidad del crudo procesado en los campos petroleros.
La institución señala que la tecnología puede incrementar entre 10 y 30 % la producción, además de resistir procesos de estimulación ácida y reducir el contenido de agua y sales en el crudo. Estos resultados representan un avance en la eficiencia operativa y en la optimización de recursos dentro del sector.
IMP-KINYAM forma parte de los desarrollos hechos en México que buscan fortalecer la capacidad técnica nacional. Con ello, el Gobierno de México y el IMP refuerzan su papel en la generación de soluciones tecnológicas que atienden necesidades estratégicas de la industria petrolera y contribuyen a la soberanía energética.






