Petróleos Mexicanos (Pemex) advirtió a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) que enfrentaba una alta exposición a delitos relacionados con el robo y comercio ilegal de combustibles, incluidos aquellos derivados de la evasión fiscal. En su informe trimestral más reciente, la empresa señaló que estas actividades ilícitas impactaban directamente su operación, finanzas y capacidad de suministro.
El documento, firmado por José Alberto Jiménez Hernández, subdirector de Finanzas de Pemex, identificó al llamado huachicol fiscal —es decir, las importaciones no declaradas de gasolinas, diésel y otros productos— como uno de sus principales riesgos operativos. “Estas actividades delictivas pueden interrumpir las operaciones, provocar pérdidas económicas significativas y afectar negativamente la continuidad del negocio”, indicó la petrolera.
Pemex también reportó que la perforación de ductos había provocado accidentes graves, como explosiones, incendios y daños al medio ambiente, además de poner en riesgo la vida de trabajadores y comunidades. En 2023 y 2024 se detectaron más de 26 mil tomas clandestinas, mientras que en el primer año de la administración de Claudia Sheinbaum se inhabilitaron cerca de 2 mil, con una recuperación de 98 millones de litros de combustible.
A pesar de estos esfuerzos, la empresa reconoció que no se habían logrado mejoras sostenidas en la lucha contra el mercado ilícito. El informe también advirtió sobre el riesgo de que empleados o servidores públicos participaran, o fueran percibidos como participantes, en estas actividades.
El reporte hizo referencia al contexto de mayor actividad delictiva en el país, atribuido a organizaciones criminales, y mencionó el fortalecimiento de las fuerzas armadas como parte de la estrategia para contener el robo de hidrocarburos. No obstante, no abordó directamente las investigaciones judiciales en curso sobre redes de huachicol fiscal con presunta participación de funcionarios públicos y mandos militares.
Finalmente, Pemex subrayó que el desarrollo de un mercado ilícito de combustibles había incrementado el robo de productos, equipos y materiales, comprometiendo su infraestructura y limitando su capacidad para garantizar el suministro energético.






