La deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) con proveedores se elevó a 28,130 millones de dólares al cierre de septiembre, lo que representa un aumento anual de 37%, a pesar del respaldo financiero del gobierno federal. La empresa señaló que mantiene una estrategia de capitalización y saneamiento de pasivos, y activó el Programa de Financiamiento de Inversión 2025, respaldado por un vehículo financiero de hasta 250,000 millones de pesos.
En su reporte financiero del tercer trimestre, Pemex aseguró que se mantuvo un flujo constante de pagos, aunque también reportó un incremento de 2.7% en su deuda total, que alcanzó los 100,300 millones de dólares. Este aumento se atribuye a una operación de reporto para cubrir vencimientos de corto plazo, lo que refleja presiones persistentes en su estructura financiera.
En el plano operativo, Pemex y sus socios reportaron una producción promedio de 1.66 millones de barriles diarios de crudo y condensados, una caída de 6.7% respecto al mismo periodo de 2024. La empresa enfrenta dificultades para alcanzar la meta oficial de 1.8 millones de barriles diarios, debido al agotamiento de campos maduros y a resultados limitados en nuevos descubrimientos.
En contraste, el procesamiento de crudo aumentó a 1.01 millones de barriles diarios, un alza de 4.8% interanual. El director general, Víctor Rodríguez, indicó que Pemex busca incrementar la producción con apoyo del sector privado. “Unas 40 empresas han expresado interés”, afirmó. La empresa ha seleccionado 10 proyectos bajo esquemas de contratos mixtos y evalúa otros 11.
La viabilidad de estos proyectos dependerá de los recursos financieros disponibles, especialmente para extraer más barriles de yacimientos maduros y explorar nuevas áreas. Pemex reportó una pérdida neta de 3,340 millones de dólares en el trimestre, una reducción frente a la pérdida registrada hace un año, aunque los ingresos cayeron 11%, alcanzando 378,900 millones de pesos.






