México inauguró en octubre de 2025 su primera planta de producción de hidrógeno verde en Querétaro, con una inversión estimada de 100 millones de pesos. “Esta será la primera dentro de una planta industrial, y marca el inicio de una nueva etapa para el país”, puntualizó Israel Hurtado, Presidente Ejecutivo de la Asociación Mexicana de Hidrógeno y Transición Energética (H2México 🇲🇽). El proyecto forma parte de 28 desarrollos identificados a nivel nacional, de los cuales 19 están en fase de desarrollo y 9 en planeación.
Para el directivo, el impacto será estratégico. “El hidrógeno es fundamental para el cumplimiento de las metas ambientales y los compromisos internacionales que México tiene en materia de reducción de emisiones”, afirmó, al destacar la generación de empleo, atracción de capital e innovación asociada a la industria.
Pero en el camino también existen retos, siendo el más inmediato el regulatorio, ya que el marco actual solo reconoce hidrógeno gris, no hidrógeno limpio. “Las normas existentes deben actualizarse y adaptarse para la producción de hidrógeno verde”, señaló Hurtado.
También subrayó que la competitividad dependerá de incentivos equiparables a los de Europa o Estados Unidos. “Si queremos ser competitivos, debemos seguir ese camino”, apuntó, al recordar que el decreto de nearshoring permite depreciación acelerada para ciertos equipos, pero todavía es insuficiente.
En paralelo, México trabaja con el Instituto Mexicano del Petróleo, el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL) y universidades públicas en la formación de capital humano, además de mantener cooperación internacional con asociaciones de Estados Unidos, Canadá y América Latina. “México puede producir hidrógeno verde hasta 64% más barato que otros países, según el Hydrogen Council”, sostuvo Hurtado, quien también destacó el interés de Japón en importar hidrógeno mexicano.
CFE, Pemex y la estrategia de transición
El hidrógeno también se convierte en herramienta para la seguridad energética. En este contexto, Hurtado aseguró que “el hidrógeno permitirá a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) reducir emisiones y disminuir la dependencia energética frente a Estados Unidos”.
Pemex, por su parte, evalúa el aprovechamiento de hidrógeno geológico, mientras CFE analiza la mezcla de hasta 25% de hidrógeno verde con gas natural en generación eléctrica, lo que reduciría emisiones en igual proporción.
Los proyectos en estados como Sonora, Durango y Guanajuato avanzan en ingeniería y permisos, con esquemas de financiamiento que combinan banca internacional, fondos de desarrollo y capital privado, mientras el BID acompaña la elaboración del Plan Nacional de Hidrógeno Renovable.
Para Hurtado, el debate frente a otros energéticos debe tener pragmatismo tecnológico. “No se trata de satanizar el petróleo, sino de usarlo en los sectores donde realmente es indispensable y avanzar hacia su sustitución gradual mediante el hidrógeno y otros combustibles sostenibles. No es una transición, es una transformación energética”, remató.






