Por Aldo Vargas, Director de Desarrollo de tecnologías en Kernotek
En los recientes días se ha visto por parte de la ciudadanía un desabasto para poder adquirir combustible en las estaciones de servicio. Esto es un síntoma que se había presentado desde hace ya algunos meses en la cadena de suministro.
De acuerdo con diversos artículos publicados en diarios de distribución nacional se han hecho estudios en donde el gobierno, a través del SAT, ha dejado de recaudar $809,324 millones de pesos entre 2018-2024 tan solo por temas de Huachicol.
Los esfuerzos del gobierno han sido en varios frentes, en primer lugar, el SAT con la intensificación de auditorías hacia los autoconsumos, sumándose la CNE y recientemente la ASEA, de tal manera que las acciones que se están tomando han sido de manera discreta y muy poco mediática, salvo algunas excepciones.
Recientemente, el SAT publicó una inversión millonaria para mejorar sus sistemas volumétricos. Esto es un indicador de que va a continuar mejorando la observación de la trazabilidad del combustible. Ante acciones de la autoridad cómo es la implementación de multas o revocación de sellos para continuar sus operaciones, la cadena de suministro se está acercando a proveedores confiables para obtener este insumo, por lo que aquel combustible que se adquiría de forma ilícita ahora está siendo solicitado de manera formal.
La consecuencia ha sido un incremento en la demanda del combustible, por lo tanto, comienza a reflejarse un desabasto y/o racionamiento de combustible en la República Mexicana. El mensaje del gobierno es claro.
Seguirá impulsando el combate al Huachicol con las medidas que está adoptando actualmente y sumándole la calidad y procedencia del combustible, observando los autoconsumos y estaciones para pasar a los transportistas, comercializadores y distribuidores.






