La agencia Moody’s Ratings elevó la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) de B3 a B1, asignándole una perspectiva estable. La decisión se sustenta en el mayor compromiso financiero del Gobierno federal, que recientemente presentó un plan de rescate para la petrolera, considerado por la calificadora como un cambio relevante en la estrategia institucional.
El Plan Estratégico 2025–2035, anunciado por la administración de Claudia Sheinbaum, contempla tres operaciones clave: la colocación de 12,000 millones de dólares en bonos, la creación de un fondo de inversión público-privado por 13,000 millones de dólares para 21 proyectos de exploración y producción, y un nuevo régimen tributario para reducir la carga fiscal de la empresa.
“La mejora en las calificaciones refleja un mayor compromiso por parte de la actual administración del Gobierno de México para apoyar a Pemex en el cumplimiento de sus obligaciones financieras”, señaló Roxana Muñoz, vicepresidenta y oficial senior de crédito de Moody’s. La agencia también destacó que el plan “marca un cambio en el enfoque del gobierno” y busca fortalecer la posición financiera de Pemex en los próximos cinco años.
Pese a la mejora, Moody’s advirtió que Pemex enfrenta desafíos estructurales persistentes, como la caída en producción, falta de inversión y pérdidas en refinación. La empresa requerirá cerca de 7 mil millones de dólares anuales en 2026 y 2027 para cubrir vencimientos de deuda y operaciones, mientras que al cierre de junio de 2025 contaba con 5,100 millones de dólares en efectivo, además de líneas de crédito comprometidas.
La petrolera, que ha duplicado su deuda en las últimas dos décadas hasta alcanzar 106,000 millones de dólares, mantiene una producción de crudo por debajo de la mitad de sus niveles históricos. Moody’s señaló que una mejora futura dependerá de que Pemex logre generar flujo de caja positivo, financie internamente la reposición de reservas y mantenga el respaldo gubernamental en un entorno de alta presión financiera.






