La reciente estrategia del gobierno mexicano para apoyar a Petróleos Mexicanos (Pemex) no modifica la calificación soberana del país, según el análisis de Fitch Ratings. A pesar de la magnitud del respaldo —que incluye la emisión de notas estructuradas pre capitalizadas y la creación de un fondo de inversión para proveedores— la agencia calificadora mantiene su evaluación en “BBB- con perspectiva estable”, el nivel más bajo dentro del grado de inversión desde abril de 2020.
El paquete financiero contempla instrumentos con vencimiento al año 2030 por un monto de 12,000 millones de dólares, así como un fondo de 250 mil millones de pesos destinado a cubrir proyectos en curso y obligaciones con proveedores. Ambos mecanismos están respaldados por garantías soberanas y financiamiento de la banca de desarrollo.
Para Fitch, el apoyo gubernamental no representa una alteración sustancial en el perfil crediticio del país. “El respaldo del gobierno federal a la petrolera pone de relieve las presiones ya incorporadas de tiempo atrás en la calificación soberana”, señaló la agencia en su comunicado. Esta postura sugiere que los riesgos asociados a la situación financiera de Pemex ya han sido considerados en evaluaciones previas.
El análisis también destaca que, si bien el rescate financiero busca aliviar la carga operativa de Pemex y garantizar liquidez para sus proveedores, no modifica los factores estructurales que limitan la nota soberana. Entre ellos se encuentran el nivel de deuda pública, la dependencia fiscal de los ingresos petroleros y la exposición del Estado a pasivos contingentes.






