El acceso a la electricidad a nivel mundial continúa mejorando en 2024, según datos recientes de la Agencia Internacional de Energía (IEA). En 2023, la población mundial sin acceso a electricidad disminuyó de más de 760 millones en 2022 a menos de 750 millones. Esta tendencia positiva sigue a un período de estancamiento en 2022, cuando por primera vez en décadas el número de personas sin acceso aumentó debido al crecimiento poblacional que superó las nuevas conexiones.
Los datos preliminares de 2024 indican que el ritmo de mejora se mantendrá este año, con una reducción similar a la de 2023. Sin embargo, los avances actuales están muy lejos del promedio anual previo a 2020, cuando 80 millones de personas lograban acceso cada año.
En regiones como Asia en desarrollo y América Latina, países como India, Indonesia y Bangladesh han alcanzado niveles cercanos o iguales a la cobertura universal en años recientes. Sin embargo, los desafíos persisten para conectar a las poblaciones más remotas.
La mayor brecha persiste en África subsahariana, donde vive el 80% de la población mundial sin acceso a electricidad. En 2023, se lograron avances significativos con más de 6.5 millones de nuevas conexiones, incluyendo soluciones descentralizadas como mini-redes y sistemas solares domésticos, que representaron más de un tercio de las nuevas conexiones.
A pesar de estos avances, la meta de acceso universal para 2030 (ODS7.1) sigue siendo un desafío monumental. Se estima que, sin mayores esfuerzos financieros y tecnológicos, 645 millones de personas carecerán de acceso a electricidad al cierre de la década.
Para cerrar esta brecha, la IEA destaca la necesidad de compromisos renovados en financiamiento energético, especialmente para proyectos pequeños y soluciones sostenibles, en un contexto de creciente presión sobre los presupuestos de asistencia al desarrollo.