Fitch Ratings advierte sobre los riesgos asociados a las importantes tenencias de deuda del Gobierno y de empresas estatales como Pemex y CFE para la banca mexicana. Esta exposición podría resultar en una mayor volatilidad y una reducción de ingresos netos debido a pérdidas comerciales y de valor de mercado.
La calificadora destaca que, a pesar de estos desafíos, prevé un desempeño financiero estable para el sector bancario en 2024, respaldado por un 2023 sólido. Los bancos más grandes de México cuentan con suficiente margen de calificación y sólidas métricas de capitalización, según los escenarios de prueba de estrés de la calificadora.
Sin embargo, este análisis se da en un contexto de alta volatilidad en los mercados, atribuida a la victoria aplastante del oficialismo en las elecciones del 2 de junio. Esta victoria podría impulsar profundas reformas constitucionales que preocupan a los inversores.
Fitch también señala la significativa exposición del balance de los bancos mexicanos a la deuda soberana y a entidades gubernamentales, lo que seguirá impactando negativamente en su calidad crediticia. La calificadora identifica riesgos a la baja debido a estas importantes tenencias de deuda, que podrían afectar la estabilidad financiera del sector bancario.
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